sábado, 21 de marzo de 2015

Publicidad en fachadas de edificios.

 PUBLICIDAD EN FACHADAS DE EDIFICIOS.


El establecimiento de grandes lonas o vallas publicitarias en las fachadas de los edificios es un fenómeno publicitario creciente en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Cabe destacar que en ciudades como Nueva York o Londres ya lleva siendo una práctica habitual bastantes años, solo tenemos que echarle un vistazo a Times Square por ejemplo:
 


 Este modelo publicitario tiene la virtud de, encima, significar un importante ingreso extraordinario para los propietarios de la finca ya que, en muchos casos, se pueden llegar a recaudar grandes cantidades de dinero para sufragar una obra de rehabilitación o simplemente para reducir los gastos de comunidad de los vecinos. Los anunciantes pueden llegar a pagar más de 100.000€ por fijar su lona publicitaria en la fachada de un edificio. Por ejemplo, los residentes de la Calle Hermanos Bécquer, 6 de Madrid han costeado el 80% de la obra de rehabilitación de su cara exterior mediante la colocación de una lona de 20x35 metros.

¿De qué criterios dependen las tarifas por este tipo de publiclidad?
  •  Época del año: el mes más cotizado es diciembre, periodo del mayor consumismo del año y cuando más viandantes circulan por las calles con intención de comprar. Sin embargo, los meses de verano son los menos atractivos para este tipo de publicidad (calor, menos gente paseando, periodo de vacaciones y la gente emigra de la ciudad...).
  •  Tamaño de la lona: obviamente cuanto más grande sea la superficie de la fachada, mayor será el coste de poner publicidad ahí para las empresas interesadas.
  • Visibilidad: cuanto mejor visibilidad tenga el edificio, más cotizada estará su fachada. Los árboles, sombras, posicionamiento en vías anchas, un chaflán del edificio es mejor que una fachada a mitad de manzana... son factores que influyen en este criterio. 
  • Zona: los edificios más cotizados del Madrid se hallan en enclaves estratégicos como el Barrio de Salamanca (sitio de ocio y compras donde pasea gente con alto poder adquisitivo), Gran Vía (turismo y fama) o la Puerta del Sol (por su tradición y turismo).
La Puerta del Sol, una de las zonas más cotizadas. (Foto: Jose F. Leal)
Inconvenientes de poner publicidad en tu fachada:
  • Quita luz al vecindario ya que tapa las ventanas a pesar de que los tejidos que se emplean no son opacos, sino que tienen agujeritos por toda la superficie para que atraviese la luz.
  • Peor ventilación porque entra menos aire, en invierno da más calor a la casa y puede resultar agradable pero en verano puede convertirse la vivienda en un horno.
Para fijar una lona en la fachada de un edificio es necesario solicitar una licencia al Ayuntamiento junto con un proyecto arquitectónico de rehabilitación de la fachada, abonar unas tasas y negociar la tarifa con los vecinos. Además, el periodo máximo por el que se puede tener la publicidad expuesta son 6 meses para que así no se prorroguen la obras ilimitadamente y se proteja la imagen de la ciudad.

Otra forma similar de explotación publicitaria de las fachadas de los edificios son las medianeras. Las medianeras tienen una fundamentación similar a las lonas de andamio pero se diferencian de estas en que las medianeras se fijan en paredes del edificio que fueran opacas, es decir, que no tengan ventanas. Es muy dificil encontrar este tipo de edificios puesto que, normalmente, los exteriores de un edificio siempre tienen ventanas pero existen algunas excepciones que se han convertido en reclamo publicitario de las marcas más expuestas. Esto se traduce en una forma de ingresos ingentes para un vecindario que, muchas veces, no tiene ni que pagar gastos de comunidad.

viernes, 6 de marzo de 2015

Pop-Up



Pop Up.

El comercio Pop-Up está siendo un fenómeno creciente en la actualidad. Consiste en pequeñas marcas que surgen de entre gente joven y emprendedora que diseña y fabrica desde líneas de ropa hasta artesanía o bisutería. Como estos pequeños empresarios carecen de medios económicos para arrendar establecimientos donde vender sus productos, se reúnen muchos de ellos y alquilan un espacio durante 2 o 3 días entre todos e instalan sus stands para así repartir los costes y poder vender sus productos físicamente. El método de difusión de estos "mercadillos" modernos es principalmente las redes sociales. Los "pop-istas" convocan a sus amigos y estos a sus respectivos amigos y así sucesivamente se consigue crear un círculo amplio de potenciales clientes. El boca a boca es, con las redes sociales, el principal medio de publicidad de estas pequeñas marcas.


http://abcblogs.abc.es/laboratorio-de-estilo/files/2015/02/Aufmacher_PopUpStores_610_407.jpg
 Este reciente fenómeno ha tenido su mayor tasa de crecimiento en España a raíz de la crisis económica donde los jóvenes y gente que ha podido perder su trabajo han podido, con una inversión muy pequeña, convertirse en pequeños empresarios. Hay algunos que han triunfado y se van afianzando en el mercado y otros que desaparecen tras intentar subirse al carro de la moda. Sin embargo, en este país estamos aprendiendo y adquiriendo una visión de los negocios mucho más moderna y no tan arcaica sobre las ganas de emprender y, sobre todo, de aprender a fracasar sin miedo. Parece que las influencias amercianas no solo nos traen hamburguesas y hot dogs.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Posicionamiento comercial






 Posicionamiento Comercial


Buenos días a todos, el tema a tratar hoy es el posicionamiento de los productos en los centros físicos de venta; tanto en las estanterías de los supermercados, los pasillos centrales de un centro comercial o los alrededores de las cajas de cobro. Hay una gran competitividad comercial persiguiendo las mejores situaciones y colocaciones de las marcas dentro de los espacios de venta al público, incluso se llegan a pagar importantes sumas de dinero a la cadena distribuidora para que mejore u optimice la presentación y localización de una marca en concreto.

Me gustaría empezar por el más influyente, posicionar los productos a la altura de la vista en los estantes de los supermercados. Es una estrategia científicamente comprobada y que resulta en mayores ventas de los productos que se sitúan en esta posición. Según vamos caminando por un supermercado, nos fijamos mucho más en los productos localizados a la altura de nuestra cabeza, esto hace que impulsivamente optemos por adquirir dicho producto antes que ponernos a buscar una alternativa más barata o mejor por toda la estantería. Asimismo, los bienes de consumo destinados a un público de corta edad , se sitúan más abajo para que los niños puedan visualizarlos más fácilmente y les digan a sus padres que compren.

Otra estrategia importante es la división de los productos en áreas según las necesidades de los consumidores. Los productos básicos, de primera necesidad, se hallan siempre al final del local provocando así que los consumidores andemos por todo el centro incitándonos a consumir más. Se han hecho estudios que muestran la clara relación directa entre tiempo en el centro e importe de la compra, es decir, cuanto más nos mareen en el supermercado dando vueltas, más dinero nos gastaremos.

La configuración de los precios es otro factor clave que nos afecta directamente y es que nos fijamos mucho más en la primera cifra que en la segunda y tercera. Nuestro subconsciente asume que 1,99€ es mucho mas barato que 2,00€ cuando, en realidad solo les separa un céntimo. Asimismo, los productos prescindibles y que aportan un mayor margen de beneficio como las flores, artículos de menaje, chocolates... se sitúan al principio de las tiendas ya que el comprados acaba de entrar en el centro y, como todavía no ha empezado a consumir, tiene la sensación de que se lo puede permitir.

El tamaño de los carritos, que cada vez es más grande, crea una sensación de insatisfacción en el consumidor hasta que no se llena, lo cual provoca que se adquieran más artículos y aumente el precio final de la compra. Esto, unido a que tran los productos que necesita, lo que le permite comprar sin distracciones. Alterar periódicamente la distribución asegura que los clientes tengan que pasar más tiempo recorriendo los pasillos, lo que aumenta las posibilidades de que acabe introduciendo en su carro productos que inicialmente no tenía previsto adquirir.


Por último, quiero hacer una referencia a todo el partido que le sacan los supermercados y grandes superficies a los cajeros. Los productos que se ofertan en ellos suelen ser muy tentativos y que apetecen después de hacer la compra y estar cansado de andar por el centro comercial. Más aún si hay cola para pagar, sirven para amenizar la espera. Esto se añade a que, solidarizándose con el medio ambiente, han aprovechado a empezar a cobrar por las bolsas de la compra reciclables sacando unos euros de más y ahorrándose costes.