miércoles, 20 de mayo de 2015

Se pegan por contratar dependientas asiáticas.

Paseando hoy por la conocida "Milla de Oro" madrileña que compone principalmente la Calle Serrano en el Barrio de Salamanca me he ido fijando en que en todas las tiendas de lujo hay una dependienta asiática. Este es un signo plausible de cómo las empresas se adaptan a la demanda de sus clientes. Por los visto los chinos tendrán un régimen comunista pero son capaces de gastarse lo que no está escrito en ropa y artículos de lujo mientras se hacen un par de fotos.

Joyería Suárez, Hermes, Dior, Prada, Gucci, Carolina Herrera, Chanel... TODAS! Conocedoras de que los españoles estamos "a dos velas" han optado por aprovechar el turismo que pasea por la capital y hacerles que se sientan como en casa. Hablan su idioma, piensan igual, tienen la misma forma de interpretar la moda... Si yo fuera a París y me encontrara a un español de vendedor en una tienda, probablemente me animaría a comprar porque me entiende, me informa, me da su opinión... Y lo más importante, entiendo lo que me dice.

Toro de Osborne.



¡Mírenlo! ¡Admírenlo! El símbolo español más castizo. Esto nos identifica en todo el mundo, los extranjeros alucinan con nuestro toro. Pues inverosímilmente, todavía hay algun quebrantahuesos que los quiere sacar de nuestras carreteras. Que yo puedo entender que haya gente a la que no le gusten los toros, que yo puedo entender que te parezca un maltrato y no un arte... ¡Pero respeta un poco a los demás también no! ¡No lo mires! ¿Por qué en este país nos ha dado por cargarnos todo lo bueno que tenemos y dejar lo malo? ¿Qué tipo de problema tenemos?

Estos carteles publicitarios de la familia Osborne, hacen referencia a sus productos (vinagres, finos, aceites...) pero ya nadie se acuerda de ello. Este "torito" ha sido adptado por todos los españoles como un símbolo de lo que somos, pura sangres. Es un ejemplo de como algo, simplemente publicitario, se puede llegar a convertir en un icono patrio. Millones de españoles podemos sentirnos orgullosos de nuestro toro bravo y cada vez que lo vemos lo mencionamos en el coche: "¡Mira, el toro de Osborne!"

Al señor que tuvo la gran idea de confeccionar estos carteles gigantes del toro negro, habría que felicitarle porque quizá sea una de las campañas publicitarias más conocidas y, sobre todo, más duraderas de la historia de nuestro país.

Lo más cotidiano y nunca nos acordamos de ello.

Hoy toca un tema raro, muy raro. Voy a hacer un homenaje a todas aquellas personas que buscan trabajo poniendo cartelen pegados con celo en las farolas y en las paradas de autobús buscando ganar unos euros para mantener a sus familias con dignidad. SÍ SEÑOR!!!! OLÉ TÚ!!!!

Para el que todavía no caiga en adivinar de qué estoy hablando, estoy hablando de estos papelillos que se zimbrean al vaivén del viento que los agita colgados en sus farolas, señales, postes de luz, paradas de autobús... Con su teléfono anotado en pestañas ergonómicas diseñadas para que con un simple tirón tengas a un pintor, obrero, fontanero o peluquero en la puerta de tu casa. Cobrará en negro y defraudará a Hacienda pero... Saca su familia adelante sin hacer daño a nadie. Hay veces que el fin sí justifica los medios.

Normalmente, estas ofertas callejeras son sensiblemente más baratas que las que pueda facturar una empresa especializada en los servicios contratados pero... ¿quién dijo que estos hombres y mujeres que se anuncian en la calle no trabajan profesionalmente? Probablemente, muchos (por no decir todos) trabajaran en una empresa especializada de esas hasta que esta cruenta crisis les ha dejado en el paro. Por tanto, profesionalidad a bajo coste.


El mejor anuncio de 2015.


Este anuncio es... simplemente perfecto. Consigue en el espectador una sensación de... A MÍ ME PASA LO MISMOOOOOOO!!! (o por lo menos eso causa en mí). Es la identificación total y absoluta de los actores con personas reales dentro de su cotidianedad.

Parece que se han puesto de moda estos anuncios porque ahora hasta las empresas aseguradoras (Nationale Nederlanden) quieren aparentar normalidad, indentificarse con una familia estándar española. Parece que se van quedando atrás aquellos cuerpos esculturales o esas bellezas sibaritas que acostumbraban a fijar nuestra atención y dilatar nuestras pupilas. Parece que los publicistas ya no quieren establecer estereotipos, ahora lo bueno es que cada uno es como es y solo por eso te mereces lo que te estoy vendiendo. Si lo piensas, tiene todo el sentido del mundo, ¿para qué te vas a tener que convertir en este muculitos o por qué tu familia tiene que ser perfecta?  NOOOOOO. Ahora, tú también eres digno de mi producto o servicio, ¡mírate! Hay un tío normal como tú en la pantalla.

Momentos idóneos para colocar un anuncio.


Llevo un tiempo dándome cuenta en que a las horas de cenar, por poner un ejemplo, depués de El Hormiguero en Antena 3 siempre ponen un anuncio de  Chocolate Lindt o de Pepsi. La verdad es que en ese momento te viene al pelo engullir una tableta de chocolate y te lo ponen hay tan cremoso, tan rico... Que sinceramente, o soy de los que cae en la tentación. Juegan con mis emociones desde la televisión!!!!! 

Otro fenómeno ya, sin disimulos ni complejos es el patrocinio de las películas por marcas de palomitas. "Oiga, no me ponga ahí las palomitas porque empieza "El Peliculón" y sé que usted me quiere engañar".

Pues esta era la reflexión que quería compartir con vosotros.

Hasta la próxima!